Matan a tiros a un estudiante de periodismo en Perú

La policía investiga si el asesinato de Fernando Raymondi Uribe, colaborador de la revista Caretas y estudiante del último año de periodismo, está relacionado con su investigación sobre sicatario, narcotráfico y corrupción que la publicación anunció estaba realizando en la provincia limeña de Cañete, Perú. El crimen se cometió el 9 de noviembre en esa misma región, al sur del departamento de Lima. Según informó la revista Caretas, Raymondi, que estudiaba y trabajaba en Lima pero visitaba a su padre los fines de semana en su natal Cañete, había estado investigando el desborde de la extorsión y sicariato en esa localidad bajo la tutela del editor Américo Zambrano. Caretas publicó que recientemente había realizado averiguaciones en el Mercado de Chocos, en San Vicente de Cañete, y en el Mercado Nuestra Señora del Carmen de Imperial, donde recogió valiosa información periodística. Sus fuentes le habrían informado sobre víctimas de extorsión que habrían contratado sicarios para eliminar a los propios extorsionadores. Los hechos, según la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP), se produjeron de la siguiente manera. El asesinato del joven de apenas 22 años de edad ocurrió aproximadamente a las 20:20 de la noche, cuando el periodista y su amigo Diego Ormeño, también estudiante de periodismo y colaborador en prácticas profesionales en la revista Caretas, se encontraban en la puerta del número 395 de la calle 28 de Julio, donde el padre de Raymondi tiene una pequeña bodega. Los jóvenes estaban a punto de cerrar la tienda cuando oyeron el ruido de una mototaxi. Dos sujetos con gorras negras de lana que les tapaban la cabeza bajaron portando armas de fuego en la mano. Uno de ellos ordenó a Ormeño que se marchara del lugar. Éste se metió rápidamente al interior del domicilio. El otro sujeto apuntó con el revólver al periodista obligándole a ingresar en la tienda. En ese momento, alertado por los gritos de los malhechores, Hilario Raymondi, padre del periodista salió y se encontró con la escena. Uno de los delincuentes les gritó: “¡Dónde está la plata!”. El anciano les señaló una vitrina llena de galletas donde había dinero y rápidamente fue al lugar para sacarlo y entregárselo. En ese instante, uno de los sujetos apuntó a su hijo. El hombre intentó desesperado disuadir al delincuente que no le hiciera, pidiendo con las manos que bajara el arma. El delincuente disparó contra el periodista. Tras el impacto de bala en el pecho, el estudiante cayó al piso. Los criminales huyeron sin robar nada. El padre del joven pudo conseguir ayuda para trasladar a su hijo al hospital Rebaza a las 20:40 de la noche, después de haber acudido desesperado a la estación de bomberos N° 49 que se ubica frente a su domicilio, quienes no pudieron socorrerlo porque la ambulancia estaba descompuesta y el camión cisterna no tenía llaves. Tampoco lo hizo la empresa de luz, Edecañete SA, colindante a la estación de bomberos, en la que nadie le abrió la puerta. En la comisaría del lugar no encontró a ningún policía de servicio. Sólo un conductor de un vehículo station wagon que transitaba por la calle le prestó ayuda. El periodista murió camino al hospital. Según el resultado del examen de necropsia practicada a Raymondi Uribe, la bala que impactó contra su cuerpo fue disparada a metro y medio de distancia e ingresó en picada a su tórax izquierdo. Pasó muy cerca de su corazón y le perforó un pulmón. El arma utilizada por los criminales fue un revólver calibre 38. La Policía de la División Policial de Cañete, a cargo del Coronel PNP Miguel Angel Nuñez Polar, tardó dos horas en llegar a la escena del crimen. Ocho horas después del asesinato, cuatro efectivos de la División de Homicidios de Lima llegaron a la vivienda, donde se velaban los restos del periodista. Los operativos para la captura de los delincuentes empezaron el lunes 10 a las 6 de la mañana. Cinco sospechosos han sido detenidos y están siendo investigados para confirmar su participación en el asesinato. El fiscal adjunto provincial de la Primera Fiscalía Corporativa de Cañete, Luis Raúl Samaniego Ramos, es el responsable de la investigación de este crimen. Adelantando opinión y sin tener en cuenta que las investigaciones no han terminado, el director general de la Policía Nacional del Perú, General PNP José Flores Goicochea, aseguró que este crimen no es un caso de “sicariato”, sino de un intento de asalto con consecuente muerte, descartando que el crimen esté ligado al ejercicio periodístico. El padre del periodista, durante el sepelio, clamó justicia para que la muerte de su hijo no quede impune y se castigue a los responsables. La Asociación Nacional de Periodistas del Perú - ANP Cañete emitió un pronunciamiento expresando su indignación y rechazo por el asesinato del periodista y solicitó al Ministerio Público y a la Policía Nacional del Perú, debida diligencia en las investigaciones para la pronta captura y ubicación de los criminales y que el Poder Judicial, encargado del juzgamiento y la sanción, los condené con el rigor que exige la ley. También expresaron su solidaridad a la familia y convocaron a una marcha por la paz y la justicia. En la localidad de San Vicente de Cañete existen enfrentamientos entre bandas relacionadas a seudosindicatos de construcción civil, que se disputan la edificación de obras en los balnearios del sur del Perú, que ha dado origen a la violencia incontrolada de asesinatos por encargo.
Caretas publicó este lunes en internet que "la muerte violenta de Fernando Raymondi entristece a sus compañeros y merece una exhaustiva investigación de las autoridades para que se atrape a los autores materiales y se esclarezca este lamentable hecho". Raymondi es el segundo periodista victimado este 2014. En julio Donny Buchelli, periodista radial independiente, fue hallado muerto en su domicilio de Pacasmayo, con las manos amarradas y con golpes en la cabeza. El crimen se mantiene impune.

Para más información: ANP www.anp.org.pe