El fotoperiodista fue asesinado tras sufrir amenazas y hostigamientos en su domicilio en Veracruz y a la salida de su trabajo; y pese a haber radicado las denuncias correspondientes en la justicia, no contaba con protección.
Leonardo Olivas Ortiz, Secretario General del SNRP, sostuvo que “el periodismo en México, está siendo vejado y las autoridades de nuestro país al parecer no encuentran el hilo conductor para resolver los ataques criminales contra periodistas”.
Otro elemento suma preocupación ante el terrible quíntuple crimen: es la primera vez que un periodista desplazado del interior del país es asesinado en México DF. Hasta este momento, la ciudad capital de México era un refugio para los periodistas que se veían obligados a escapar de la violencia y las amenazas en el resto del país.
Jim Boumelha, Presidente de FIP, declaró que “Este es un acto indignante que marca un nuevo nivel de violencia que no puede quedar sin castigo. Rubén dejó su hogar en Veracruz, marcado como el estado mexicano más peligroso para ejercer el periodismo, y se asentó en Ciudad de México para terminar siendo asesinado. Desafortunadamente, la violencia continuará escalando hasta que las autoridades se comprometan en un mayor esfuerzo en proteger periodistas y en asegurar que estos asesinos sean llevados a la justicia”.
Junto al SNRP, la FIP condena enérgicamente este inadmisible suceso, solidarizándose con las familias de las víctimas y exigiendo una pronta justicia donde se investigue a la totalidad de los involucrados en el crimen.
Nuevamente, el periodismo y la sociedad mexicana en su conjunto son castigados por grupos violentos que no pueden convivir con la libertad de prensa, baluarte fundamental para la democracia y la libertad en su conjunto.