La ola de asesinatos del año pasado que convirtió a las Filipinas en el lugar más peligroso para el periodismo después de Irak, continúa en el 2005, afirmó la Federación Internacional de Periodistas. Dos periodistas asesinados en días recientes, elevan a 15 el número de muertos desde enero de 2004.

Romeo Sánchez, transmisor de Radio DZNL en la ciudad La Unión de San Fernando, y un coordinador regional del partido Bayan Muna, fueron asesinados por un pistolero el 9 de marzo en Baguio. Arnulfo Villanueva, columnista del periódico Asian Star Express fue asesinado en otro incidente, el 28 de febrero. Su cuerpo fue encontrado en una carretera de Naic, Provincia de Cavite. La policía sospecha que su muerte es producto de sus críticas a oficiales locales sobre la gestión frente a las apuestas ilegales en Cavite.

“El calvario de los periodistas filipinos solamente terminará cuando estos inescrupulosos asesinos sean traídos ante la justicia,” dijo Aidan White, Secretario General de la FIP. “Es tiempo de que las autoridades hagan más para encontrar a los asesinos.”

La FIP afirmó que debe existir una constancia de que el gobierno de la presidenta Gloria Magapagal Arroyo está persiguiendo a los asesinos. “Se necesita una investigación creíble y extensa de estas muertes, acompañada del compromiso de proteger a otros periodistas de los hechos de violencia,” comentó White.

La FIP recibió con satisfacción los informes sobre el arresto de dos presuntos miembros de un grupo rebelde vinculado a un ataque contra una camioneta propiedad de la red de televisión ABS-CBN.

Los sospechosos, presuntamente miembros de la Brigada Alex Boncayao del Ejército Proletario Revolucionario, RPA-ABB, fueron identificados por tres testigos como parte de la banda que, el pasado 11 de enero, prendió en llamas la camioneta valorada en más de US 625.000.

“Este ataque fue un intento desesperado de un grupo de matones para intimidar y desmeritar el trabajo de los medios con más influencia en Filipinas,” afirmó White.

“Es una alentadora señal la captura de aquellos que amenazan la libertad de prensa y persisten en la violencia,” dijo White. “Pero necesitamos más acciones y las necesitamos ahora”.

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