La periodista Yelena Milashina, que escribe para el diario Novaya Gazeta, viajaba con un abogado, Alexander Nemov, a la capital, Grozny, para asistir al juicio de la esposa de un antiguo juez del Tribunal Supremo. Su vehículo fue bloqueado por tres coches en los que viajaban hombres armados.
"Fue un secuestro clásico", declaró Milashina. "Nos inmovilizaron y echaron al conductor del coche. Luego subieron al coche, nos agacharon la cabeza, me ataron las manos, me obligaron a arrodillarme y me pusieron una pistola en la cabeza". Su empleador dijo que había sufrido una lesión cerebral y tenía los dedos rotos. Los agresores también le afeitaron la cabeza y le rociaron la cara con tinte verde.
Yelena Milashina huyó de Rusia en febrero de 2022 después de que Ramzan Kadyrov, jefe de la República de Chechenia, la llamara terrorista y añadiera que "siempre hemos eliminado a los terroristas y a sus cómplices". En abril de 2020, Kadyrov amenazó de muerte a Milashina por informar sobre violaciones de derechos humanos en Chechenia.
El Consejo de Género reitera la urgencia de poner fin a los ataques contra mujeres periodistas y pide que los autores rindan cuentas de sus actos. "Las amenazas y agresiones contra profesionales de los medios de comunicación nunca deben quedar impunes", ha declarado el Consejo.