La Federación Internacional de Periodistas, FIP, expresó su descontento por las acciones tomadas por la junta de Myanmar al restringir el cubrimiento de medios de comunicación de las protestas masivas realizadas en todo el país.
Los periodistas se han enfrentado a la hostilidad de la fuerza pública, en un intento por obstruir el cubrimiento de protestas pacíficas organizadas por ciudadanos de Myanmar contra el opresivo régimen militar.
Cientos de monjes budistas se han unido recientemente a las marchas, obteniendo gran atención de la comunidad internacional.
Filmaciones de las protestas han sido difíciles de realizar, debido a que las cámaras y tarjetas de memoria fueron decomisadas por la policía durante las protestas.
La Directora de la FIP Asia Pacifico, Jacqueline Park, describió la respuesta del departamento de policía como ‘desafortunada’ y exigió el reconocimiento a los derechos de los periodistas.
‘‘Esta es una forma extrema y violenta de tratar a los medios de comunicación y la comunidad internacional de periodistas no la tolerará’, comentó Park. ‘‘Este intento por amordazar la voz de Myanmar no se permitirá y cualquier material decomisado deberá ser regresado inmediato”.
En muchas ocasiones, la policía optó por la violencia en un esfuerzo por acabar con las protestas y cientos de manifestantes han sido arrestados desde el inicio de su marcha en agosto.
Más monjes fueron motivados a unirse a la protesta en respuesta a la reciente golpiza propinada a varios de ellos y a llamados al fin de las violentas reacciones contra los manifestantes.
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