La Federación Europea de Periodistas (FEP), que celebró su asamblea anual el pasado fin de semana, en Varna (Bulgaria), debatió la crisis de la economía y de la profesión periodística, así como las amenazas que pesan sobre los medios tradicionales en Europa. La FEP ha acusado a la Comisión Europea y a su presidente, José Manuel Barroso, de fomentar la cultura de ”la negligencia y sus propios intereses” al tratar el tema de los medios.

La FEP, que constituye la mayor organización de periodistas de Europa, afirma que la Comisión no ha mostrado el menor interés en hacer frente al peligroso potencial de la crisis respecto al pluralismo informativo y a la democracia en Europa, en un momento en el que diarios y grupos audiovisuales –incluidos los canales públicos- luchan para hacer frente a un horizonte  de problemas sin precedentes, que sitúa a cientos de medios al borde del cierre.

“La estructura tradicional del pluralismo informativo –que es la base de la que depende la democracia en Europa- está a punto del colapso”, afirma Aidan White, Secretario General de la FEP, que añade: “Hasta ahora los líderes de la Comisión Europea se mantienen distantes. Incluso se abstienen de mantener encuentros serios con los líderes de la profesión periodística para discutir la crisis”.

La FEP, que se ha reunido para hablar de la crisis de los medios con los líderes de los principales partidos políticos del Parlamento Europeo, afirma que los grupos de cualquier color político aceptan que hay que situar el papel de los medios y su futuro en el centro de las preocupaciones del nuevo Parlamento, que se elegirá el próximo mes.

 “Pero la Comisión se muestra incapaz o no desea reunirse con los periodistas o incluso de responder a nuestras cartas enviadas para hablar de esta situación preocupante”, ha dicho White, quien ha declarado que los líderes de los periodistas están desencantados, porque mientras el presidente de la Comisión, Barroso, abrió sus puertas –hace pocos meses- a los editores y propietarios de los medios, los funcionarios de la Comisión no se han dignado siquiera en contestar los llamamientos de la FEP para reunirse de manera urgente hace pocas semanas.

 “No es difícil concluir que esa indiferencia muestra que la Comisión está obsesionada con su propia estrategia de comunicación y con su imagen, para evitar así enfrentarse a la realidad de la crisis de los medios”, ha dicho White. “Percibimos –y lo consideramos sintomático- una clara complacencia y una visión en la que prevalecen sus propios intereses. Es una actitud reveladora de la actitud de la Comisión hacia los medios”.

Si desean más información, pueden contactar con la FEP en el teléfono +32 2 235 2215

La FEP representa a unos 250.000 periodistas en 30 países.