Periodistas del mundo exigen acabar “vendetta” contra la libertad de expresión en Irán

La Federación Internacional de Periodistas condenó a las autoridades iraníes por una “vendetta” que durante 5 años se ha practicado para silenciar al periodista Akbar Ganji, uno de los más aguerridos críticos del gobierno, quien completó 53 días de huelga de hambre en la prisión Tehran Evin.

Massoud Moqadasi, el juez iraní a cargo de este juicio de alto perfil durante cinco años y de la sentencia de Ganji, fue asesinado el 2 de agosto por un desconocido que se movilizaba en una motocicleta, en el centro de Teherán.

“La vendetta contra los periodistas causó esta creciente violencia contra personas vinculadas al caso”, declaró Aidan White, Secretario General de la FIP.
“Esta crisis de derechos humanos y libertad de expresión debe acabar.”

El 20 de julio, uno de los abogados defensores de Ganji, Abdolfattah Soltani, fue detenido secretamente. La asociada y co fundadora del Centro de Defensores de los Derechos Humanos y laureada Nobel de Paz, Shirin Ebadi, fue arrestada en Teherán por orden del fiscal Said Mortazavi, responsable de la condena Ganji.

El portavoz de la rama jurídica iraní, Karim Rad, afirmó que el cargo contra Soltani es “cometer un crimen contra la seguridad al hacer pública información confidencial mediante declaraciones a una estación de radio y discutir el contenido del caso con los familiares de los acusados”.

”Con la posesión hace unas horas del nuevo presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, es vital que haya voluntad política para avanzar en los cambios”, dijo White. “Un primer paso significativo sería la liberación de Ganji, uno de los más fuertes líderes que hacen campaña por un verdadero cambio”.

Ganji, de 46 años de edad, está en la cárcel desde julio del 2001. Comenzó una huelga de hambre hace más de 53 días, exigiendo su liberación incondicional. Ganji ahora pesa 52 kilos y está inconsciente la mayor parte del tiempo. Después de ser trasladado el 17 de julio al hospital de Milad al norte de Teherán, su condición no mejoró aunque se le suministró suero en contra de su voluntad.

Manifestando apoyo a la protesta que la esposa de Ganji inicio frente a la oficina de las Naciones Unidas en Teherán, la FIP hizo un llamado a los periodistas del mundo y a la comunidad internacional para presionar al nuevo presidente iraní y así conseguir la liberación del periodista. El abogado de Ganji, Shirin Ebadi afirmó que ella tiene “serias preocupaciones por su estado de salud” pero que aún no le ha sido autorizado ver a su cliente.

La FIP apoya a su afiliado en Irán, la Asociación de Periodistas de Irán, API, en su solicitud de liberar al periodista. La API ha llevado a cabo una campaña a través de constantes protestas y reuniones en el transcurso de los últimos tres meses.

Aunque la semana pasada hubo un aparente acuerdo para liberarlo, funcionarios judiciales revirtieron la decisión después de que el Señor Ganji escribió dos cartas solicitándole al líder supremo religioso, Ayatollah Ali Khamenei, que se retirara de su cargo.

La FIP hace un llamado a las autoridades iraníes para que liberen de inmediato a Ganji y también a Masoud Bastani, otro periodista arrestado hace dos semanas y quien trabaja para varios periódicos reformistas, incluyendo Etemad, Toseeh y Joumhoryat, y ha escrito mucho sobre el juicio de Ganji. Bastani está detenido en la prisión Evin de Teherán, sin derecho a recibir visitas y puede ser transferido con otros prisioneros a una cárcel de Arak, en el centro de Irán.

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