Periodistas alrededor del mundo hacen un llamado a todos los gobiernos para que actúen, mientras asesinatos a trabajadores de medios opacan el día de los Derechos Humanos

En el día de los Derechos Humanos, la Federación Internacional de Periodistas hizo un nuevo llamado para que los gobiernos ejecuten acciones urgentes dirigidas a la defensa de los periodistas y trabajadores de medios, a quienes se les violan rutinariamente sus derechos. Este año amenaza con tener el peor récord de asesinatos de reporteros y trabajadores de medios.

“En este día internacional de los Derechos Humanos, los periodistas y trabajadores de medios tienen poco que celebrar -dijo Aidan White, Secretario General de la FIP-; con más de 100 muertes, incluyendo asesinatos premeditados, y con una creciente y evidente despreocupación frente a los medios por parte de muchos gobiernos, el 2004 se está convirtiendo en un año de brutalidad y abuso.”

La FIP ha registrado 120 muertes en lo que va corrido del año. Muchos de estos asesinatos han ocurrido en Irak, donde 67 trabajadores de medios han muerto desde la invasión al país en 2003. Una de las regiones más peligrosas durante este año ha sido Filipinas, donde 12 periodistas fueron asesinados; en total, 61 periodistas han muerto desde 1985, pero ningún asesino ha sido sentenciado.

“La cultura de la impunidad en los asesinatos de trabajadores de medios es un hecho cruel para la sociedad y los medios filipinos,” comentó White. “En el día Internacional de los Derechos Humanos, los periodistas reafirmamos, con vehemencia, nuestro llamado a la justicia.”

La FIP afirma que los éxitos en materia de Derechos Humanos durante el 2004 -tales como la liberación negociada del secuestrado Fery Santoro, quien trabajaba para una cadena de televisión- han sido opacados por las historias trágicas de abusos contra la libertad de prensa.

En Irak - Dos periodistas franceses permanecen cautivos tras ser secuestrados hace 113 días. Mientras tanto, las autoridades iraquíes prohiben medios que les resultan molestos, en particular al canal satelital Al-Jazeera, y Estados Unidos fracasa en la entrega de informes satisfactorios sobre los asesinados de trabajadores de medios en manos de tropas de la coalición.

En Israel y Palestina - Existen continuos ataques contra periodistas en esta área en particular, donde a periodistas palestinos se le niega la libertad de desplazamiento, y la FIP se ha visto obligada a abrir un Centro de Seguridad.

En Burma – La Asociación de Medios en Burma destacó la liberación de Ko Sein Ohn tras ocho años de prisión, pero la misma organización también señaló que era el único de los trece periodistas de Burma detenidos en conseguir la libertad, a pesar de las promesas de la Junta Militar de liberarlos a todos.

En Eritrea – Al menos trece periodistas se encuentran todavía en prisión. No existe prensa privada y la FIP con el Sindicato Sueco de Periodistas, continúa realizando campañas para la liberación de Dawit Issac quien ha estado en la cárcel durante 1.174 días.

En Zimbabwe – Los medios rechazan los ataques contra la prensa libre por parte del gobierno de Robert Mugabe. La FIP afirma que estos ataques merecen la reputación de “una de las peores violaciones a la prensa libre que contradice compromisos internacionales.”

En Colombia – La violencia contra periodistas y sindicalistas es rampante. La periodista Claudia Julieta Duque ha sido forzada a huir del país, como resultado de amenazas repetidas contra su vida.

En Ucrania – Medios y periodistas quedaron frente a una crisis electoral cuando se rebelaron contra los intentos de manipulación y contra la censura. Mientras tanto, el caso Gyorgy Gongadze -periodista asesinado brutalmente hace más de tres años-, está a la espera de una investigación más profunda.

Estos casos son solamente una expresión de la grave crisis de la libertad de prensa en distintas regiones del mundo, dice la FIP. “La crisis de los derechos de los medios de comunicación es una realidad diaria del periodismo activo; la comunidad internacional debe tomar medidas con carácter de urgencia,” dijo White. “Particularmente debe aislar a los gobiernos y poner en cuarentena a los enemigos del periodismo libre”.

La FIP y otros grupos de la industria de medios han respondido a la actual crisis con la creación del Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa, INSI, con el fin de trabajar en la promoción de una cultura de seguridad para el periodismo. El mes pasado el INSI cuestionó las leyes internacionales y su capacidad para proteger periodistas y trabajadores de medios.

“El Instituto brinda una oportunidad real para que los gobiernos locales demuestren lo que afirman sobre la crisis de seguridad que enfrentan los medios en zonas de conflicto,” aclaró White. “Actualmente existe este mecanismo basado en la industria, para reducir los riesgos que enfrentan los medios locales. Todo lo que necesitamos es que los gobiernos y las agencias de las Naciones Unidas lo utilicen.”

La FIP afirmó que, como mínimo, se requieren acciones prácticas enfocadas en las necesidades de los periodistas que ejercen su oficio en áreas de conflicto, para restaurar la confianza en las autoridades que genuinamente cuidan los Derechos Humanos y la Democracia.

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