En los primeros 23 días del 2022, tres periodistas fueron asesinadxs en México: José Luis Gamboa, Margarito Martínez Esquivel y Lourdes Maldonado. Esta escalada de violencia no pasó desapercibida por la sociedad y lxs trabajadrxs de prensa mexicanxs que ayer se congregaron en numerosas ciudades para exigir el cese de los crímenes contra periodistas y personas defensoras de los derechos humanos bajo la consigna “Periodismo en riesgo”. Las pancartas con la fotografía de lxs tres periodistas y los reclamos de justicia por otrxs casos que también permanecen impunes estuvieron presentes en cada una de las concentraciones. Una de las protestas más numerosas se dio en el estado de Tijuana, lugar donde vivían, trabajaban y fueron asesinadxs Martínez Esquivel y Maldonado.
El Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), organización afiliada a la FIP, relató la trascendencia de lo sucedido en un comunicado: “Junto con centenares de trabajadores de los medios de comunicación del país salimos a las calles, plazas y a las afueras de dependencias gubernamentales, tanto federales como estatales, de más de 50 ciudades en casi la totalidad de estados del territorio nacional, con una sola consigna: ¡basta de asesinatos de periodistas! Indignados por los tres crímenes de reporteros perpetrados en lo que va de este mes, los integrantes del SNRP exigimos públicamente el esclarecimiento de todos y cada uno de los asesinatos de periodistas y comunicadores, el castigo a los autores materiales e intelectuales de los mismos, y el fin a la impunidad que prevalece en torno a las muertes de periodistas”.
Según los datos recolectados en el último reporte de la Federación Internacional de Periodistas, durante el 2021 al menos ocho comunicadorxs fueron asesinadxs en México durante 2021, lo cual eleva a más de un centenar la cifra registrada en la última década. La tasa de impunidad para estos casos es del 95%, lo cual coloca al país entre los más peligrosos del mundo para el ejercicio del periodismo no sólo por la cantidad de ataques sino por las bajas posibilidades de castigo a los responsables por la violencia.
Desde la FIP nos mantenemos vigilantes ante la falta de justicia y el peligro al que se encuentran expuestas las personas trabajadoras de los medios de comunicación y exigimos que las autoridades de todos los niveles de gobierno abandonen la pasividad ante esta situación y desarrollen medidas efectivas para ponerle fin a la violencia y la impunidad. La libertad de expresión en México ya está comprometida por la falta de garantías que tiene el libre ejercicio del periodismo, por lo cual se torna urgente y extremadamente necesaria la intervención del Estado para revertir esta situación y dar vuelta esta página de violencia y falta de justicia en el país. Sin seguridad no puede haber libertad de prensa, sin libertad de prensa no puede haber democracia.