La Federación Internacional de Periodistas (FIP) y la Federación de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC) han expresado su repulsa y horror ante los dos últimos asesinatos de profesionales de la información en el continente. Las dos víctimas fueron asesinadas mediante el uso de armas blancas. Se trata de Mauricio Medina Moreno, asesinado en Colombia, y de Enrique Villacaña Palomares, a quien sus asesinos habían secuestrado previamente en México.

El primero, Mauricio Moreno Medina, era fundador y director de la emisora de radio indígena CRIT 98.0 Estéreo, quien fue apuñalado el día 11 de abril en el municipio de Ortega, departamento andino de Tolima, situado en el centro oeste del país.  

“Exigimos una verdadera investigación”, ha declarado Paco Audije, Coordinador de la FIP para América Latina, “y respaldamos lo señalado por nuestros colegas de la Federación Colombiana de Periodistas, FECOLPER: no se puede aceptar, sin más, el intento de la policía local, que intenta descartar –con demasiada rapidez- que Moreno Medina fuera asesinado por causas relacionadas con su tarea informativa”. Oficialmente, el periodista no había recibido amenazas, pero su repetida defensa de determinadas causas medioambientales incomodaba a diversos grupos con intereses en la zona.

De modo similar, en una nota de FEPALC, firmada por su presidente Celso Schroeder, y por la Secretaria de Derechos Humanos, Zuliana Láinez, se dice lo siguiente:

“La FEPALC se suma a la indignación expresada en México por su afiliado, el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), ante el asesinato del periodista y catedrático universitario Enrique Villacaña Palomares, columnista en el diario La Voz de Michoacán.

 El cuerpo de Villacaña Palomares fue localizado en la madrugada del último sábado 10 de abril en una avenida de la ciudad de Morelia, capital de Michoacán, con una herida de arma blanca en el cuello y otras dos a la altura de la clavícula.

 A la FEPALC, le preocupa lo que viene ocurriendo en Michoacán ya que a la fecha dos periodistas se encuentran desaparecidos: Ramón Angeles Zalpa y María Esther Aguilar Casimbe, de quienes no se tiene información desde el 6 de abril de este año y el 11 de noviembre de 2009 respectivamente”.

El comunicado de FEPALC anima a sus organizaciones afiliadas a protestar ante las representaciones diplomáticas de México, por la extendida y persistente violencia de la que son víctimas los ciudadanos y, en este caso, los periodistas mexicanos.

  “El objetivo de los sicarios y de los comanditarios de estos crímenes es siempre el mismo: crear silencio sobre actividades y comercios ilícitos, silenciar las voces de periodistas críticos, hacer que crezca la autocensura entre los que permanecen y obligar a los demás a marcharse de donde residen y trabajan”.

 Según el informe anual de la FIP, al menos cinco periodistas colombianos -uno de ellos en territorio ecuatoriano- y trece mexicanos fueron asesinados en 2009  por motivos relacionados con el ejercicio de su profesión.

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