La FIP declara que la sentencia contra las dos periodistas estadounidenses en Corea del Norte es “inhumana e injusta”

 

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) exige la liberación inmediata de las dos periodistas estadounidenses,  Euna Lee y Laura Ling, que han sido encarceladas en Corea del Norte. Estamos ante un caso de “trato inhumano e injusto” que irritará a los periodistas de todo el mundo, ha dicho la FIP.  

 

La agencia estatal norcoreana de noticias, KNCAN, anunció el pasado día 8 que el Tribunal Central de la República Popular de Corea había condenado a Lee y a Ling a 12 años de trabajos forzados, supuestamente, por emprender “acciones hostiles” y por entrar ilegalmente en el país.  

La audiencia inicial del juicio tuvo lugar el jueves 4  a puerta cerrada en la sede del principal tribunal norcoreano. Estamos ante un caso en el que no hay posibilidad alguna de apelación.

“Estas dos periodistas son víctimas de un régimen político implacable”, ha dicho Aidan White, Secretario General de la FIP, quien ha añadido: “Estas periodistas son utilizadas como meros peones y afrontan una injusticia intolerable e inhumana. Deberían ser liberadas de inmediato y sin cargos”.  

Los guardias fronterizos detuvieron a Lee y a Ling el 17 de marzo cerca del río Tumen, en la frontera chino-coreana. Ambas habían sido enviadas a China por Current TV, un canal de televisión californiano, para informar sobre los refugiados norcoreanos que llegan a China.

Un productor de Current TV y un conductor local las acompañaban, pero ellos no fueron detenidos.

Las familias de Lee y Ling niegan las acusaciones de que planearan entrar clandestinamente en Corea del Norte y afirman que –en el caso de que hubieran cruzado la frontera internacional- sería sólo por un error sin mala intención.  

 La organización estadounidense Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, según sus siglas en inglés) ha pedido a los seis países que negocian sobre el programa nuclear norcoreano (las dos Coreas, China, Japón, Rusia y Estados Unidos) que presionen en la escena internacional a Corea del Norte para anular la sentencia y que las periodistas sean liberadas.  “No hay justificación alguna para un acto, que es un castigo insultante y desproporcionado para todos los periodistas”, ha añadido White, quien ha concluido: “Corea del Norte debería responder de inmediato a la preocupación planetaria de los Periodistas y dejar en libertad a nuestros colegas”.

 

 

 

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