La FIP apoya a la comisión internacional de juristas- informe en Nepal

<center>Golpe real sumerge aún más a Nepal en una crisis de derechos humanos: la CIJ solicita una respuesta de la Comisión de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos</center>

El Rey Gyanendra abandonó el reinado de la ley, profundizó el conflicto en Nepal desde que asumió el poder directamente y suspendió -bajo un estado de emergencia- la mayoría de derechos, afirmó la Comisión Internacional de Juristas, CIJ, tras regresar de una misión urgente en Nepal, liderada por el Secretario General de la CIJ, Nicholas Howen.

Durante un evento realizado en Génova del 14 de marzo al 22 de abril, la CIJ solicitó a India, Estados Unidos, Reino Unido y a otros estados de la Comisión de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, trabajar en conjunto y de manera perentoria para responder a esta crisis de derechos humanos.

“Este es un momento crucial en la historia por la defensa de la democracia y de los derechos humanos en Nepal,” dijo el Secretario General. “Hemos recibido súplicas de los nepalíes para que la comunidad internacional exija el regreso de la legitimidad de la ley y el respeto por los derechos humanos, y así ayudar a restaurar el espacio democrático necesario para hallar salidas políticas que solucionen el conflicto.”

La CIJ presentó un nuevo informe de Nepal: El Reinado de la ley abandonado, donde estableció nueve medidas urgentes que maoístas y la administración del rey deben aplicar para controlar las prolongadas violaciones cometidas tanto por insurgentes como por las fuerzas de seguridad.

Estas medidas también responden a la nueva ola de abusos cometidos bajo el estado de emergencia.
Las fuerzas de seguridad han sido culpables de violaciones de derechos humanos terribles y sistemáticas, incluyendo torturas y asesinatos. Los maoístas han sido responsables de asesinatos de civiles, reclutamiento forzado, incluyendo a menores, y otras violaciones al derecho internacional humanitario.

Más de 500 líderes políticos, estudiantes activistas, defensores de derechos humanos, periodistas y abogados, han sido detenidos desde el 1 de febrero, mientras otros han sido obligados al exilio. Los periódicos son censurados o cerrados; manifestantes pacíficos son arrestados inmediatamente. La independencia de la justicia está bajo intensa presión.

“Durante nuestra visita quedó claro que los defensores de derechos humanos enfrentan una atmósfera sofocante de intimidación y control, donde las críticas no son toleradas,” comentó Nicholas Howen. “Hasta la Comisión Nacional de Derechos Humanos -una institución independiente del Estado- ha sido paralizada. A dos de sus encargados les fue prohibido abandonar Katmandú para realizar investigaciones oficiales. Existe una carencia en el monitoreo y en la protección de derechos humanos.”

La CIJ ha concluido que la suspensión de los derechos fundamentales ordenada por el rey, no es legítima bajo la ley internacional y nepalí. Tampoco ayudará a ganar la guerra contra los maoístas. Por el contrario, las negociaciones de paz están lejos de su realización y la violencia está escalando. Durante la tercera semana de febrero, cientos de hogares fueron saqueados y quemados. En el distrito de Kapilbastu, fue confirmada la muerte de más de veinte personas en medio de una violencia generada por grupos de vigilancia. Además, miles de ciudadanos han huido cruzando la frontera con India.

“No existe un espacio neutral para los civiles. Están atrapados entre las prácticas brutales de los maoístas y el inexplicable accionar del ejército que, desde el 1 de febrero, enfrenta una gran presión para mostrar resultados exitosos”.

“Cada vez que la CIJ ha visitado Nepal en años recientes, nota como el conflicto se ha agravado y los abusos también,” concluyó el Secretario General. “El Rey ahora reina por encima de la Constitución y sin ninguna restricción legal.”

“Nos entristece que ahora se necesiten pronunciamientos para que se revise la gestión del Ejército Real de Nepal durante las operaciones para mantener la paz, y para que la justicia internacional intervenga, pues quienes cometen los abusos no son traídos ante la justicia,” agregó Howen.

La crisis de los derechos humanos en Nepal requiere una respuesta urgente por parte de la comunidad internacional. La CIJ solicitó a la Comisión para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas:

  • Condenar las violaciones sistemáticas y terribles de derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad de Nepal y por los maoístas;
  • Establecer medidas de emergencia para finalizar estas violaciones que la Comisión espera, sean aplicadas por los dos bandos;
  • Designar un Comisionado Especial sobre derechos humanos en Nepal;
  • Trabajar para el establecimiento de una aplicación significativa de los derechos humanos internacionales, liderado por el Alto Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU, para monitorear y verificar que las medidas de emergencia sean cumplidas por ambos bandos y motivar medidas sobre derechos humanos que construyan un clima de confianza para un proceso de paz

    Para más información o entrevistas por favor contacte:

    Ian Seiderman, Comisión Internacional de Juristas, 4122 979 3823 (Génova)
    Suhas Chakma, Centro Asiático de Derechos Humanos, 91 981089 3440 (Nueva Delhi)