La Federación Internacional de Periodistas y su grupo regional europeo (la Federación Europea de Periodistas, FEP) respaldan las protestas del Sindicato Ruso de Periodistas (SRP), afiliado a la FIP, por la serias violaciones de la libertad de prensa que han tenido lugar -durante la última semana- de los comicios presidenciales de Rusia. Según informaciones de los propios medios, la policía atacó a diversos periodistas que cubrían el proceso electoral y detuvo a algunos de ellos.
"Hay pruebas de los numerosos incidentes que han salpicado el amplio territorio de ese país, donde los ataques deliberados contra periodistas, por parte de la policía, han sucedido incluso cuando nuestros colegas estaban debidamente acreditados para cubrir las elecciones", ha declarado Jim Boumelha, presidente de la FIP: "Condenamos ese matonismo y apoyamos el llamamiento de nuestros afiliados en Rusia para que se investiguen los hechos".
En un comunicado, el SRP afirma que la policía arrestó a diversos periodistas que cubrían las protestas del lunes en las que se denunciaban irregularidades durante la jornada electoral del pasado domingo y de la que resultó vencedor el Primer Ministro, Vladimir Putin. El SRP acusó también a la policía de las agresiones sufridas por algunos reporteros, como Pavel Nikulin, corresponsal del diario Moskovskie Novosti (Noticias de Moscú), Andrey Stenin, de la agencia RIA Novosti, Alexander Borzenko, de la emisora de radio Ekho Moskvy (Ecos de Moscú), Vladimir Romansky, corresponsal de la cadena de televisión Dozhd TV y de Ilya Barabano, del semanario Novoye Vremya (Tiempos Nuevos).
Según el comunicado del SRP, la policía detuvo a los periodistas pese a que éstos mostraron su acreditación profesional. El sindicato ruso ha escrito al Jefe del Comité de Investigaciones del Fiscal General de Rusia para demandar una investigación por todos los ataques a los medios de comunicación.
La FIP ha sabido también que Igor Taro, enviado especial de la Televisión Pública de Estonia (Eesti Rahvusringhääling -ERR) fue detenido el 1 de marzo en la región de Pskov (casi fronteriza con Estonia). Fue acusado de filmar sin permiso, aunque también demostró de manera previa que estaba debidamente acreditado para realizar la cobertura de las elecciones en Rusia. Sufrió un interrogatorio policial de varias horas. Pudo recuperar su material más tarde, pero se vio obligado a regresar a Estonia al día siguiente, 2 de marzo. El Sindicato de Periodistas Estonios, asimismo afiliado a la FIP/FEP, ha condenado lo hecho por la policía rusa como "una ruptura brutal de las libertades de la prensa". La FEP respalda las peticiones del SRP para que se investigue lo sucedido. También denuncia esos ataques -como un signo más- de la agresividad del presidente electo, Vladimir Putin, hacia la oposición.
"Estamos muy preocupados por esa brutalidad ejercida contra los periodistas en los últimos días, que podría anticipar un empeoramiento de la situación", concluyó Arne König: "Las autoridades parecen inclinarse por supresión de posibilidades de informar de manera independiente de las protestas contra los máximos dirigentes de Rusia".
Para más información, pueden llamar al teléfono de la FIP + 32 2 235 22 07
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