«Acusamos a Estados Unidos de incumplir sus obligaciones de justicia y trato justo para con las víctimas de la violencia de sus propios soldados», afirma el Secretario General de la FIP, Aidan White, en una carta al Presidente George Bush. Miembros de la FIP han enviado cartas similares, reclamando a EE. UU. investigaciones exhaustivas sobre estos casos, a altos cargos de EE. UU. y a otros países.
El 8 de abril se conmemora el segundo aniversario del ataque de militares estadounidenses contra el Hotel Palestina de Bagdad, que entonces hospedaba a un gran número de periodistas y trabajadores de medios de comunicación que informaban sobre la invasión estadounidense. Dos periodistas fallecieron y otros resultaron heridos. Durante la misma mañana, un periodista fue asesinado cuando la delegación en Bagdad de la cadena árabe vía satélite Al-Jazeera fue atacada por aviones de combate de EE. UU. La FIP afirma que existen otros 11 casos de asesinatos en circunstancias extrañas y con participación de soldados estadounidenses que continúan a la espera de respuestas.
«Familiares, amigos y compañeros de trabajo continúan viviendo un calvario mientras esperan justicia de las autoridades sobre cómo y por qué murieron sus seres queridos» apunta White.
La FIP manifiesta que dos años después de la invasión de Irak, periodistas y trabajadores de medios de comunicación viven con un profundo dolor por la guerra, especialmente los iraquíes, quienes se han unido a las protestas de hoy.
La Federación acusa a EE. UU. de “endulzar” los informes sobre los asesinatos, aunque en muchos casos ni siquiera se han realizado informes.
«Los informes siguen todos un esquema poco creíble y escasamente convincente: secretismo sobre los detalles y la naturaleza del informe, ausencia de análisis de todas las pruebas, fórmulas crueles e insensibles para lamentar tímidamente lo ocurrido y una renuncia total a asumir cualquier responsabilidad por parte de personal de Estados Unidos de cualquier nivel de mando», afirma White. «Estamos ante una denegación de justicia de proporciones alarmantes.»
La FIP mantiene que el 8 de abril se ha convertido en un símbolo de la impunidad con la que muchos periodistas son asesinados en actos premeditados cada año. Pocos de estos casos se investigan con profundidad, y todavía menos acaban con el procesamiento de las personas implicadas.
La FIP admite que la mayoría de periodistas asesinados son víctimas de crueles extremistas con «los que es imposible esgrimir argumentos morales».
«Condenamos sin ambages estos ataques y a las personas que dirigen la actual ola de secuestros de la que han sido víctimas nuestros colegas Florence Aubenas, de Liberación, su conductor Hussein Hanoun, y los periodistas rumanos Edouard Ohanesian of Romania Liberia, Marie-Jeanne Ion y Sorin Miscosi of Prima TV.”.
Lucharemos activamente para su liberación y para la localización, detención y juicio de los responsables de los asesinatos y secuestros de periodistas», declara White.
Aunque al mismo tiempo, la FIP afirma que EE. UU. debe defender su tradición de libertad y justicia atendiendo a las demandas de los periodistas de todo el mundo sobre la negación de toda responsabilidad en las muertes de periodistas y trabajadores de medios de comunicación en Irak.
«Una respuesta rápida y convincente a las dudas surgidas alrededor de estas muertes acabaría con las especulaciones sobre la persecución de periodistas y medios de comunicación y aportaría una prueba irrefutable a los periodistas y ciudadanos de Irak de que la democracia que está en camino traerá consigo la justicia para todos», concluye White.
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