Gobierno sudafricano pisotea el derecho de los periodistas a proteger sus fuentes

El gobierno de Sudáfrica exigió a un periódico en línea de Johannesburgo, entregar información sobre las fuentes de un artículo que revela corrupción de funcionarios del Estado.

La Federación Internacional de Periodistas afirmó que la demanda que hace el gobierno sudafricano es un claro intento por debilitar la libertad de prensa.

La policía sudafricana investiga las fuentes del artículo publicado en Mail & Guardian, diario en línea que acusó a la compañía petrolera Imvume Management de desviar dinero hacia el Congreso Nacional Africano, CNA. Una citación exige entregar documentos relacionados con el artículo publicado.

“Esta citación es un claro atentado contra la libertad de prensa en Sudáfrica y la protección de las fuentes”, dijo Aidan White, Secretario General de la FIP. “En vez de investigar los graves cargos expuestos en el artículo, el gobierno culpa al mensajero e intenta castigar a Mail & Guardian por publicar estos hechos. Así se pisotea el derecho de los periodistas a proteger sus fuentes”, agregó.

Mail & Guardian Online publicó fragmentos de un extracto bancario donde se muestra como 11 millones de randas fueron a parar a cuentas del CNA. No enfatizó en otros pagos pues antes de la publicación, Imvume consiguió una orden de la Corte que prohibió al diario revelar pagos hechos a funcionarios del gobierno y a sus familiares.

El gobierno envió una citación Sección 205 a MWeb, co-propietario y servidor de Mail & Guardian Online. La citación exige la entrega de registros relacionados con la publicación del extracto bancario de Imvume. Además señala que el cargo investigado es desacato, ya que, aparentemente, el fragmento del extracto estuvo publicado en la página Web después de la expedición de la orden de la Corte.

Mientras el Mail & Guardian es investigado, las acusaciones criminales contra Imvume y el presunto acto de corrupción, conocido como “Oilgate”, no han progresado. La FIP afirma que el gobierno de Sudáfrica debe enfocar sus investigaciones en las acusaciones de corrupción y no en la presión al medio para que revele sus fuentes.

“Esta investigación es otro intento por intimidar a reporteros y medios e impedirles que publiquen historias desfavorables sobre sus gobiernos”, comentó White. “Los periodistas alrededor del mundo reciben terribles presiones para que revelen sus fuentes, en claros intentos por evitar que futuros colaboradores anónimos contacten a la prensa”.

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