La Federación Internacional de Periodistas, FIP, expresó sus preocupaciones por la seguridad de los periodistas en Filipinas tras una semana de ataques violentos contra trabajadores de medios.
La situación de los colegas en Filipinas cambió de mal a peor, esta semana, cuando un periodista fue atacado violentamente el pasado 16 de mayo, horas después de los asesinatos de Albert Orsolino, reportero gráfico y Saski Ngayon en la capital de Manila.
Iring Maranan, columnista y presentador de un programa de televisión local, fue atacado por el canciller de la ciudad de San Pablo, Edgardo Adajar frente a más de 100 personas, incluyendo otros periodistas. Este ataque contra Maranan, crítico de la administración local, quedó grabado.
“El ataque del canciller contra el periodista es por si solo asombroso, pero el hecho que haya ocurrido frente a las cámaras es aún más preocupante, ya que demuestra una completa indiferencia ante la posibilidad de ser procesado”, comentó el Presidente de la FIP, Christopher Warren.
Unos días antes, el 6 de mayo, un locutor de radio local fue abaleado por desconocidos en la ciudad de Naga, ubicada a 377 kilómetros al sur de Manila.
Paul Manaog, presidente de la Asociación de Prensa Camarines Sur Capitol y un periodista de radio de la estación local DWLL, fueron impactados por disparos de bala mientras caminaba con su esposa por la avenida Magsaysay. La estación de radio es propiedad de la familia Luis Villafuerte, representante del partido político Kabalikatng Malayang Pilipino de Camarines Sur. Manaog se encuentra hospitalizado en estado crítico.
Estos últimos incidentes han coincidido con los índices divulgados por la Policía Nacional de las Filipinas, PNP, señalando que la mayoría de asesinatos han sido resueltos. “La violencia que va en escala contra comunicadores en Filipinas es angustiante y destaca la cultura abrumadora de impunidad que disfrutan los asesinos y aquellos que atacan a los periodistas”, dijo Warren.
“Cada vez que periodistas son asesinados o atacados por su labor informativa, se ataca de manera aterradora a la libertad de prensa. El gobierno de Filipinas no está haciendo lo suficiente para garantizar la protección para trabajadores de medios y el juicio de los responsables,” indicó.
“La FIP reitera su exigencia de una investigación independiente de estos ataques recientes para que de esa manera el gobierno de las Filipinas realice un esfuerzo concertado para proteger los derechos y la seguridad de periodistas.”
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La FIP representa a más de 500 mil periodistas en más de 110 países
