FIP: Grave crisis para la libertad de prensa en Pakistán por giro hacia Estado sin ley

La Federación Internacional de Periodistas, FIP, expresó profunda preocupación por la rápida desintegración de las libertades para la prensa y el deterioro de la seguridad para periodistas en Pakistán. El último semestre registró cuatro comunicadores asesinados (todos los casos siguen sin resolver), cuatro periodistas detenidos y torturados por agencias de inteligencia, hermanos menores de dos colegas brutalmente asesinados e incidentes violentos y amenazas contra trabajadores de medios.

Por otra parte, la situación económica de los trabajadores de medios en Pakistán, sigue empeorando con la débil estabilidad laboral y la no implementación de la Séptima Concesión Salarial.

“La gran cifra de periodistas asesinados y ataques contra la libertad de expresión sumada a las investigaciones prácticamente inexistentes de estos crímenes, indica que Pakistán entra rápidamente a un ambiente sin ley”, advirtió el Presidente de la FIP, Christopher Warren. “Es inaceptable la inseguridad y la situación económica para los comunicadores en Pakistán; el panorama demuestra cómo la libertad para los medios de comunicación se deteriora”, indicó Warren.

“Los medios de comunicación libres y protegidos son vitales para una democracia saludable, fuerte y vibrante. Pakistán seguirá distanciándose de esta meta a menos que, de inmediato, haga algo para proteger los derechos de los periodistas y su integridad”, agregó.

La FIP, la organización que representa a más de 500 mil periodistas en 120 países, envió una carta dirigida al General Pervez Musharraf, presidente de Pakistán, donde exige que el mandatario tome acción inmediata para rectificar este retroceso peligroso para los medios y nombre una comisión investigativa para los casos de asesinatos, secuestros, ataques, amenazas y torturas.

Cuatro periodistas asesinados en seis meses

El cadáver de Mohammad Ismail, periodista veterano y jefe del buró de la Prensa Internacional en Pakistán, PPI, fue hallado el primero de este mes, en Islamabad, con su cabeza completamente destrozada.

Semanas antes, Maqbool Hussain Sail, corresponsal de la agencia de noticias On-Line, falleció camino al hospital, tras recibir un impacto de bala hecho por desconocidos el 15 de septiembre.

Sail se dirigía a la residencia de un líder local del Partido Popular de Pakistán, de la oposición, cuando fue herido.

El cuerpo del colega Hayatullah Khan fue descubierto el 16 de junio, seis meses después de su secuestro. Khan realizó reportajes sobre una explosión que causó la muerte del miembro de Al Qaeda, Maza Rabia.

El 29 de mayo Munir Ahmed Sangi, camarógrafo de KNT, Cadena de Televisión Kawashi en el lenguaje Sindhi, cubría los tiroteos entre las tribus Unar y Abro en Larkana, en el Distrito Sihn al sudeste de Pakistán cuando fue abaleado. Su muerte podría tener relación con reportajes hechos por KTN y el periódico Kawaish sobre el castigo impuesto a un niño y a una niña por el consejo tribal de Jirga.

Ataques escalofriantes contra familiares de colegas

Una perturbadora tendencia surgió en Pakistán: el asesinato de familiares de dos periodistas en menos de un mes.

Bashir Khan, hermano menor del periodista asesinado Hayatullah Khan, murió de manera atroz el 26 de septiembre. Bashir estuvo tratando de sacar a la luz a los responsables del asesinato de Hayatullah.

Desafortunadamente la muerte de Bashir no es un caso aislado. El 31 de agosto, el cuerpo del hermano de 16 años de Dilawar Khan, corresponsal de la BBC, fue hallado con indicios de tortura en la volátil zona del sur de Waziristán, región en la frontera entre Pakistán y Afganistán controlada por tribus.

La muerte de Taimur Khan, secuestrado dos días antes, fue, presuntamente, una reprimenda para Dilatar, quien ha recibido amenazas en los últimos dos años debido a su labor informativa.

Secuestros y torturas

El periodista Kawish Mehruddin Marri, secuestrado el 27 de junio, fue liberado el 24 de octubre tras meses de tortura ejecutad por oficiales de la policía. Marri padeció interrogatorios con golpizas y choques eléctricos, para obligarlo a declarar que tenía nexos con el movimiento nacionalista Baluch.

Saeed Sarbazi, secretario del Club de Prensa de Karachi, sub editor del diario Business Recorder y miembro del Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación de Empleados de Periódicos, fue secuestrado por agencias de inteligencia el 22 de septiembre, después de ser golpeado hasta quedar inconciente. El colega fue insultado y llamado terrorista y criminal a pesar de identificarse como periodista; sus ojos fueron vendados durante 50 horas y no se le permitió comer o dormir.

El reportero de Geo News, Mukesh Rupeta y el camarógrafo freelance Sanjay Kumar, desaparecieron el 6 de marzo, tras ser detenidos por autoridades por filmar la base aérea de Jacobabad en Sindh. Familiares y colegas no tuvieron noticias del paradero de Rupeta y Kumar hasta el 22 de junio, cuando su arresto fue oficialmente anunciado y fueron internados en un hospital debido a su estado de salud. Los comunicadores recuperaron su libertad, bajo fianza, el 23 de junio.

Aún se desconoce el paradero de Munir Mengal, uno de los fundadores de la estación de televisión en lenguaje Baluchi, Baloch Voice. La desaparición de Mengal fue reportada el 7 de abril.

Ataques, amenazas y abusos

El pasado 31 de septiembre el veterano periodista y líder sindical Cr. Shamsi, fue brutalmente golpeado por los guardias de seguridad del Ministro del Trabajo en Islamabad, tras exigir la implementación de la Séptima Concesión Salarial. El ministro ordenó a sus escoltas que lo “arreglaran”. Shamsi sufrió la agresión tras una sesión parlamentaria donde informó al ministro Ghulam Sarwar Khan de la protesta nacional programada el 15 de septiembre, para la implementación de la concesión que garantiza mejores salarios a periodistas en Pakistán.

Días después, la policía atacó a periodistas durante un encuentro religioso público en Lahore. Wadood Mushtaq, de ARYONE World, recibió graves heridas en la cara y la mandíbula y Malik Zahid y Mohannad Naz,i de ATV, presentaron heridas internas y fracturas en un brazo, respectivamente.

Idress Rathore, oficial de la estación de policía de Shezad en Islamabad, involucró al reportero Shakeel Anjum de The News en un caso de triple homicidio. Anjum criticó a Rathore en sus artículos y ha recibido amenazas desde que cubrió el asesinato extra judicial de dos hombres en mayo del 2005. El hijo de Anjum fue herido recientemente cuando desconocidos abrieron fuego contra su residencia.

Pobres esfuerzos para mejorar las condiciones económicas de los periodistas

La presente situación económica de los trabajadores de medios en Pakistán sigue en deterioro. Los periodistas de prensa escrita cuentan con una estabilidad laboral muy limitada, a menudo son obligados a laborar bajo un contrato que no garantiza salarios adecuados; sus empleadores no les brindan seguro o atención médica.

Los propietarios de los periódicos en Pakistán deben pagar los salarios ordenados por la Séptima Concesión Salarial vigente desde el 8 de octubre del 2001 y presentada en el 2000, como está estipulado en el Acta de Empleadores de Periódicos (Condiciones de Servicios) de 1973 y aprobada por la Asamblea Nacional.

Sin embargo, a pesar de las constantes campañas de la Unión Federal de Pakistán, PFUJ y otros sindicatos, el respaldo internacional de la FIP y sindicatos alrededor del mundo y las promesas hechas por el gobierno, no se ha registrado ningún progreso en la implementación de la concesión.

El presidente de la FIP Christopher Warren afirmó: “Los hechos registrados el último semestre indican claramente que Pakistán se distancia aún más de ser una sociedad libre y abierta. Es inaceptable que las autoridades no reaccionen y permitan estos asesinatos, abusos de los derechos humanos y violaciones a la libertad de prensa, con consecuencias menores o nulas para los responsables de estos crímenes. Se debe hacer más para garantizar los que asesinan, atacan, torturan o amenazan a los colegas sean llevados ante la justicia”, afirmó Warren.

“No hay sentencias en casos de agresiones contra periodistas y esto envía un grave mensaje al mundo: una cultura de impunidad se sigue desarrollando en Pakistán y traerá terribles implicaciones en el futuro”, concluyó.

Para mayor información por favor contacte a la FIP Asia Pacífica +61 2 9333 0919

La FIP representa a más de 500 mil periodistas en 120 países