Con la muerte de dos periodistas británicos de la cadena estadounidense de televisión CBS, en Irak, son 127 los trabajadores de medios que han fallecido desde el inicio de la invasión en el 2003. Estas cifras confirman que no existe lugar seguro para realizar el cubrimiento del conflicto, señaló la Federación Internacional de Periodistas. Veintidós trabajadores de medios han fallecido en lo que va del año.
“Este es un ejemplo trágico de cómo los periodistas que se movilizan con las fuerzas de ocupación, enfrentan las mismas situaciones de peligro de reporteros locales”, dijo Aidan White, Secretario General de la FIP. “Esta noche nuestros pensamientos se encuentran con los amigos y las familias de las víctimas. Debemos redoblar nuestros esfuerzos para mantener a los periodistas fuera de la línea de fuego”.
Paul Douglas, camarógrafo de 48 años, y James Brolan, técnico de sonido de 42, fallecieron cuando un carro bomba estalló al paso de la unidad militar de EEUU con la que se movilizaban en Bagdad. La corresponsal de CBS, Kimberly Dozier, 39, resultó herida de gravedad en la explosión que también causó la muerte de un oficial del ejército y la traductora iraquí.
Según varios colegas en Irak, los periodistas fallecidos se transportaban en una patrulla con soldados estadounidenses de la 4ta División de Infantería.
El nuevo llamado de la FIP exige acción en materia de seguridad para los trabajadores de medios, similar al expresado hace dos semanas por la Federación cuando seis trabajadores fallecieron en un lapso de seis días. La FIP describió lo ocurrido como expresión de una “atmósfera de terror e intimidación sin precedentes” para periodistas en todo el país.
“Estas muertes son tragedias que afectan a todos los trabajadores de medios de comunicación, fortalecen este entorno de terror contra los medios y hace que el cubrimiento de las noticias en el país sea casi imposible”, concluyó White.
Para información adicional por favor contacte a Aidan White, Secretario General de la FIP al: +32 478258669
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