FECOLPER y Ceso-FIP explican en el Reino Unido, lamentables condiciones laborales de los periodistas colombianos

 “El dinero que los colombianos pagan en impuestos, se utiliza para extorsionar a buena parte de los periodistas con la publicidad estatal, acabar su independencia, degradar la calidad de la información, desinformar a los ciudadanos y, por lo tanto, debilitar aún más a nuestra frágil democracia”, dijo el Presidente de la Federación Colombiana de Periodistas y Director del Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas, Eduardo Márquez, durante su intervención en el Congreso 101 de la Unión Nacional de Periodistas de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que concluyó en Belfast, el domingo pasado.
El dirigente gremial explicó que esta situación es padecida por la mayoría de periodistas que trabajan en radio y televisión fuera de la capital, Bogotá, “pues los empresarios de los medios no pagan salarios -como exige la ley-, ni siquiera honorarios, sino con un arbitrario derecho a vender publicidad; y, como si fuera poco, arriendan los espacios informativos o de opinión, de tal manera, que los periodistas colombianos son los únicos profesionales del mundo que deben pagar para poder trabajar”.
Márquez dijo que es casi una norma remunerar a los corresponsales de los grandes medios de comunicación por nota publicada o emitida, pero exigiendo un compromiso de 24 horas. “Como generalmente estos ingresos suelen ser insuficientes –puntualizó-, los corresponsales trabajan en medios locales donde deben mendigar publicidad para llevar el pan a sus casas. Ahí termina la libertad para el ejercicio del periodismo en nuestro país y el derecho de los colombianos a una información veraz y equilibrada”.
Detalló cómo esta degradación laboral, se produce en medio de un ambiente político y militar sumamente hostil, en el que paramilitares de extrema derecha –parcialmente desmovilizados-, guerrillas de extrema izquierda, narcotraficantes y funcionarios corruptos, amenazan de muerte y disparan contra los periodistas que ponen en evidencia sus atropellos contra la población civil, la complicidad de miembros de los organismos de seguridad del Estado o el desvío de recursos del erario público. Recordó que desde 1989, cerca de 140 periodistas han sido asesinados, en la mayor parte de los casos, por razones de su trabajo informativo.
Una exposición similar hizo Márquez, en compañía de la periodista de Ceso-FIP, Karen Cepeda, a un grupo de parlamentarios, de distintos partidos, que trabajan con la Unión de Periodistas de Gran Bretaña e Irlanda del Norte temas relativos a la libertad de prensa y derechos sindicales, el pasado martes, en la sede del Parlamento. Ellos, expresaron su sorpresa ante el panorama descrito y se comprometieron con una campaña a favor de la libertad de expresión que recoja las principales reivindicaciones de los informadores colombianos, coordinada con FECOLPER a través de la organización inglesa de periodistas.
Reporteros de agencias de prensa, y medios ingleses, irlandeses y españoles, reunidos con los dos delegados, se han solidarizado con los colegas colombianos, al igual que dirigentes de organizaciones civiles, que, siempre, coinciden en preguntar: “Con esa condiciones tan degradantes y peligrosas ¿por qué trabajan los periodistas en Colombia?”. Y la respuesta que siempre escucharon fue: “¡Por pasión!”.

Federación Colombiana de Periodistas, FECOLPER
FECOLPER representa a más de 1000 periodistas en 18 departamentos de Colombia
Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas, Ceso-FIP
La FIP representa a más de 600 mil periodistas en 120 países