En los primeros días de 2010, el vil asesinato de un joven reportero proyecta nuevas sombras sobre el ejercicio del periodismo en México

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) condena el vil asesinato de Valentín Valdés Espinosa, del periódico ZócaloSaltillo, que se publica en el norte de México, y del que era uno de los jóvenes reporteros fundadores. Había trabajado también para publicaciones del grupo Reforma. Su cuerpo sin vida fue encontrado el viernes, horas después de que hubiera sido secuestrado junto a otros dos colegas, que después reaparecieron con vida, en dos momentos diferentes.

 El fiscal del Estado de Coahuila, Jesús Torres Charles, que se declaró amigo del periodista, señaló en rueda de prensa que el cadáver presentaba cinco impactos de arma de fuego, estaba esposado y con los ojos vendados.

Según el citado fiscal, junto al cuerpo de la víctima había una cartulina en la que había anotado el mensaje siguiente: “Esto les va a pasar a los que no entiendan. El mensaje es para todos”.

“Nuestra indignación es la misma que sienten los periodistas mexicanos, que se sienten desamparados por unas autoridades que no parecen controlar la situación en absoluto”, ha declarado Paco Audije, Coordinador Ejecutivo de la FIP para América Latina, desde Bruselas.

En un comunicado de condena, el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa de México (SNRPM), afiliado a la FIP, declara: “La ejecución de Valentín Valdés marca el inicio de 2010 como otro año sombrío para el periodismo mexicano pues es el primer reportero muerto en este año. Durante 2009 el número de periodistas asesinados en México –según la nota del SNRPM-  ascendió a 13”.

La FIP se suma a las críticas que han hecho también una parte de las autoridades mexicanas, sobre todo procedentes del propio estado de Coahuila, en las que señalan que “éste y otros casos” similares no reciben la suficiente atención de las instituciones que deberían investigar estos crímenes.

“Está claro que esta es otra muerte cruel que forma parte del precio que el periodismo mexicano paga para mantener la libertad de información como derecho esencial de los ciudadanos”, ha concluido Audije: “Reclamamos la misma dignidad y el mismo compromiso a las autoridades e instituciones. Tienen que investigar hasta el final para llevar a todos los implicados en este asesinato, a todos, ante la justicia”.

Desde 2008, la FIP y la Federación Latinoamericana de Periodistas de América Latina y el Caribe (FEPALC) mantienen una campaña contra la impunidad de la que parecen disfrutar los individuos y grupos que han convertido a México en unos de los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo en todo el mundo.

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La FIP representa a unos 600.000 periodistas en 125 países de todo el mundo