Coordinador Regional de la FIP en América Latina: “Libertad de expresión y libertad sindical son inseparables para los periodistas”

“Libertad de expresión, calidad del periodismo y libertad sindical son conceptos inseparables hoy día para los periodistas latinoamericanos y de cualquier parte del mundo cuando el objetivo común es colocar por encima de todo el interés de contar con sociedades abiertas, plurales, tolerantes y por tanto democráticas”, sostuvo el Coordinador Regional de la Federación Internacional de Periodistas (FIP), Gregorio Salazar, a propósito de celebrarse en Caracas, Venezuela, la reunión semestral de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
A su juicio, la libertad de expresión se resiente cuando los periodistas deben trabajar en un entorno de pobreza, precariedad salarial, inseguridad física y social. Y en este sentido, planteó la necesidad de que en América Latina el empresariado de la comunicación y sus trabajadores se aproximen a la discusión de un marco regional, conjuntamente con las organizaciones de periodistas representadas por la FIP, sobre estos postulados básicos: promoción del respeto y la observancia de los derechos humanos y las libertades fundamentales para todos; ética y calidad del periodismo; respeto a la libertad de asociación y a la determinación de los términos y condiciones de empleo mediante mecanismos adecuados con apego a los principios fundamentales de las Convenciones 87 y 98 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Esa discusión se amerita. Un marco de relaciones como ese entre empleadores y trabajadores que igualmente privilegie un compromiso por un periodismo ético y de calidad y a la sustentabilidad económica de las empresas, constituiría una sólida garantía para la sociedad democrática y para todos los actores de la comunicación”, subrayó Salazar.
Aseguró que acuerdos de este tipo, como mecanismos del diálogo social, no son ni utópicos ni imposibles. Citó que en Europa el año pasado se firmó un acuerdo con estas características entre la FIP y el consorcio alemán WAZ Mediengruppe, que involucra a más de seis mil periodistas de diez países.
De hecho, acuerdos con esas características son uno de los objetivos de la Agenda Hemisférica para el Trabajo Decente que está promoviendo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en América Latina.
Reclamó el rol que le corresponde a los Estados como autoridad para la aplicación de las leyes laborales, aseguren jurídicamente las relaciones, las obligaciones, los derechos y las garantías para todos los que trabajan, tal como lo acaba de proclamar el XXXVI Congreso de la Federación Argentina de la Prensa (FATPREN).
Según Salazar, no es inusual que los periodistas y los patronos o empresarios de los medios puedan coincidir en la lucha contra todo cuanto signifique amenaza a las garantías para el ejercicio de la libertad de expresión y de información, no como materias exclusivas de medios y periodistas, sino como derechos de toda la población y como condición sine qua non para la vigencia de la democracia.
Recordó que existe un acuerdo global entre periodistas y grandes medios de comunicación, del cual forman parte desde CNN hasta Al Jazeera, que se tradujo en la creación del Instituto Internacional para la Seguridad de la Prensa (INSI), mediante el cual las organizaciones de empleadores y periodistas unen esfuerzos para luchar contra la violencia y la impunidad en el caso de ataques contra la integridad física de los trabajadores de la prensa y para entrenarlos en la cobertura informativa en entornos violentos o riesgosos.
“Esos son avances muy importantes. Pero queremos destacar que a veces pareciera pensarse que el periodista, el reportero, ese actor social que necesita de libertad plena para ejercer cabalmente su profesión –que es evidentemente de servicio público- debe al mismo tiempo renunciar a los derechos sociales que le otorgan las constituciones, las leyes y los convenios internacionales de la OIT, como el derecho de asociación, de libertad sindical y de contratación colectiva.
Esos derechos, agregó, no pueden quedarse en el olvido. “Y estamos hablando, para ser más precisos, de las condiciones socioeconómicas, remunerativas, reivindicativas, de seguridad social para ellos y sus familias. Estamos hablando de la posibilidad de los trabajadores de las empresas periodísticas para asociarse u organizarse en sindicatos, que es decir, la base para mejorar esas mismas condiciones de vida, pero también para defender vigorosamente las condiciones para el ejercicio del periodismo. Estamos hablando de que en las relaciones laborales también debe haber democracia y eso también apuntala un mejor periodismo”, puntualizó.
Caracas, 29 de marzo de 2008.