El Centro de Solidaridad de la Federación Internacional de Periodistas, Ceso-FIP, hoy denunció el asesinato violento del periodista Julio Humberto Palacios Sánchez, víctima de un atentado en la ciudad de Cúcuta, capital del departamento Norte de Santander, el pasado 11 de enero en horas de la madrugada, y llamó a las autoridades colombianos de investigar el caso imediatamente.

A las 5:45 de la mañana, dos sujetos que se movilizaban en una motocicleta azul y blanca, dispararon en tres ocasiones contra el periodista que se disponía entrar a la emisora Radio Lemas, donde trabajaba como director del programa El Viento. En ese espacio de opinión, emitido diariamente entre las 6 y las 7 de la mañana, con frecuencia fustigaba la corrupción de las administraciones municipal y departamental. A pesar de las heridas, Palacios logró manejar su automóvil y llegar hasta su residencia; de allí, sus hijos lo llevaron a la Clínica San José de Cúcuta donde falleció tres horas después.

El reportero Ricardo Helber, compañero de Palacios, informó que el periodista asesinado, hijo de un veterano periodista, en varias ocasiones había recibido amenazas telefónicas por sus constantes denuncias, al igual que otros colegas de la misma emisora. En esas llamadas les han exigido a los comunicadores, omitir cualquier noticia o tema de análisis relacionados con el narcotráfico y los grupos paramilitares de extrema derecha. Es necesario recordar que el alcalde de la ciudad de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, se encuentra en prisión tras ser detenido por la Fiscalía bajo el cargo de vínculos con las derechistas Autodefensa Unidas de Colombia.

Las amenazas contra Julio Palacios comenzaron en 1996 y se concretaron con un fallido atentado contra su vida. Un año mas tarde, Radio Monumental, emisora donde trabajaba Palacios, fue objeto de un ataque dinamitero. En aquel entonces como ahora, los periodistas afectados por las llamadas intimidantes denunciaron su situación ante las autoridades; sin embargo no recibieron ningún tipo de ayuda especial más allá de unas rondas policiales, pues los funcionarios calificaron de normales ese tipo de amenazas.

El asesinato del colega Julio Palacios, que truncó tres décadas de trabajo en medios de comunicación, es la última muestra del crítico entorno con que los periodistas de Cúcuta cumplen su trabajo de mantener informada a su comunidad; allí se encuentra la mayor cantidad de periodistas amenazados en Colombia. Este nuevo crimen, es la muestra fehaciente de que la libertad de prensa no goza de la protección que debiera tener en un Estado de derecho que se precia de democrático.

El Ceso-FIP, hace un llamado a las autoridades para que las investigaciones prometidas lleguen hasta sus últimas consecuencias; y a la ciudadanía para que rodee a los periodistas con su solidaridad, pues son los periodistas los garantes de su sagrado derecho a la información. Cada vez que muere un periodista, una voz es silenciada para siempre, y la sociedad pierde una particular manera de conocer la realidad.

Para más información por favor contacte: +32 2 235 22 07
La FIP representa a más de 500.000 periodistas en más de 110 países