El asesinato del periodista Douglas Hernández, de 26 años,  conmueve al periodismo centroamericano y de la región. El colega, que se desempeñaba como corresponsal de “la Prensa Gráfica” en Chalatenango, zona norte del país, fue víctima de delincuentes, durante la noche del pasado domingo 27 de Agosto, en la Cooperativa Los Pinos, una comunidad rural de Santa Ana, 60 kilómetros al oeste de la capital. Otras tres personas que se encontraban en el lugar también resultaron víctimas de la matanza.

Hernández estaba de visita en la casa de su madre, y debido a que no encontró un lugar en donde dejar el vehículo, optó por rentar un espacio en la cooperativa. Un reporte policial indica que las víctimas fueron asesinadas “con objetos contundentes: al parecer palos y piedras”. Los delincuentes huyeron al menos con seis armas de fuego de diversos calibres y un vehículo particular de la cooperativa.

Todas las organizaciones de prensa de El Salvador condenaron el asesinato del trabajador de prensa y de las otras personas, cuyos restos fueron inhumados en medio de expresiones de dolor de familiares y colegas. El sepelio fue acompañado por el alcalde de Chalatenango y de centenares de vecinos, quienes expresaron, de viva voz, su repudio por los crímenes cometidos y reclamaron a las autoridades policiales la búsqueda y captura de los culpables para que respondan por la masacre.

Al pesar del gremio periodístico se sumó el presidente de la República, Antonio Saca, quien dijo desconocer la situación pero aseguró: “Lo vamos a investigar”.

Douglas Hernández, que en febrero de este año comenzó a trabajar como corresponsal de “La Prensa Gráfica”, también fue despedido por sus ex compañeros de trabajo de "Radio y Televisión Santa Ana", donde trabajó durante un tiempo.