Tras una batalla legal de 12 años y 1901 días en la cárcel, Julian Assange aterrizó en Australia como hombre libre el 25 de junio de 2024, después de que un acuerdo de culpabilidad le permitió salir de la prisión de Belmarsh en Londres, Reino Unido.
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) acoge con satisfacción la liberación del fundador de Wikileaks el 24 de junio como una victoria significativa para la libertad de los medios de comunicación y la decencia humana. La retirada de 17 de los 18 cargos a los que se enfrentaba Assange evita la criminalización de las prácticas periodísticas corrientes como animar a las fuentes a compartir confidencialmente pruebas de irregularidades y criminalidad.
La FIP y sus afiliados en todo el mundo han hecho campaña por la liberación de Assange desde la publicación de los cargos estadounidenses contra él en 2019. Un observador de la FIP asistió a cada día de sus audiencias de extradición, proporcionando informes y comentarios sobre los procedimientos. La presidenta de la FIP, Dominique Pradalié, lo visitó dos veces en HMP Belmarsh en el Reino Unido, donde Assange estuvo detenido. Y el 18 de junio, el Comité Ejecutivo de la FIP organizó una protesta ante el centro penitenciario de Belmarsh, probablemente la última en el caso del fundador de Wikileaks.
La energía desplegada por la campaña de Assange, que demuestra que las campañas y las movilizaciones funcionan y son importantes, debe dirigirse ahora a los cientos de periodistas que languidecen en la cárcel.