Tal como señala la Asociación Nacional de Periodistas del Perú (ANP) en un informe difundido en redes, el período constituido entre abril del 2020 y marzo 2021 constituye un año de periodismo en emergencia: en la nación andina han fallecido 230 periodistas según los registros de la ANP; 135 por COVID-19 y 95 por otras complicaciones de salud que fueron desatendidas por la saturación del sistema de salud.
El escenario de crisis humanitaria y de salud, que ubica a Perú como el país con el mayor índice de mortandad en el sector periodístico del mundo, se ve agravado por la enorme precariedad que existe en el mercado laboral de los medios de comunicación. En palabras de la ANP, en el interior del país “al menos el 70% de periodistas ejercen actividad de manera autónoma, concesionando espacios en radio, televisión o a través de plataformas digitales. Dicha precarización expuso a reporteros y reporteras, quienes realizaban despachos desde potenciales focos de contagio con Equipos de Protección Personal (EPPs) rústicos o caseros, con un mínimo de bioseguridad”.
Desde la Federación Internacional de Periodistas, acompañamos a nuestra organización afiliada la ANP en denunciar la situación de desprotección en la que se encuentran lxs periodistas peruanxs, a la vez que llamamos a las autoridades del país a generar planes de contención de la pandemia que incluyan a lxs comunicadorxs como población especialmente expuesta por el tipo de tareas profesionales desarrolladas.