La denuncia se produjo horas después de que, en un ataque directo y que demuestra un total desconocimiento de las libertades democráticas, el secretario de Prensa de la Presidencia de El Salvador, Ernesto Sanabria, tratara de distorsionar el trabajo de APES al afirmar que la organización se dedica “a las relaciones públicas con organismos internacionales” en lugar de defender a lxs trabajadorxs de prensa. Además, el funcionario intentó desmerecer la trayectoria de la presidenta de la entidad, Angélica Cárcamo al tildar de “pobre e intrascendente” su labor periodística.
Episodios de abuso de poder como este, junto con una larga lista de amedrentamientos por parte de funcionarios, fueron denunciados ayer ante la CIDH, cuyos representantes se mostraron preocupadxs por la falta de respuesta de las autoridades ante las denuncias de organizaciones de la sociedad civil.
Al respecto, la presidenta de APES aseguró: “La situación de El Salvador representa un retroceso de más de 50 años en materia de libertad de expresión. Tanto la comisionada para El Salvador, Margaret Macaulay y el relator para la Libertad de Expresión, José Vaca, afirmaron que no recibieron respuesta sobre lo que está haciendo el Estado para garantizar la libertad de expresión y responder a las denuncias de la sociedad civil”.
En una de sus intervenciones durante la audiencia, la comisionada Macaulay consideró: "Si el presidente está haciendo estas declaraciones, ésto constituye un problema al derecho de la libertad de expresión”.
Apenas una semana antes de esta audiencia, APES había recibido la medalla de la Unión Europea por su destacada labor en defensa de los derechos y garantías de lxs trabajadorxs de prensa de su país, un reconocimiento que destaca no sólo su labor en materia de defensa de derechos civiles, sino también el compromiso de velar sus afiliadxs durante la pandemia mediante la entrega de kits sanitarios contra el COVID.
Ante la escalada en la polarización planteada por el Ejecutivo salvadoreño contra lxs trabajadorxs de prensa, la FIP rechaza esta estrategia de división social que tanto perjuicio social ha causado. La Federación insta a las autoridades a manejarse con los códigos y parámetros de la democracia y anuncia que continuará monitoreando los acontecimientos que se produzcan en El Salvador.
La presentación de APES junto a otras entidades periodísticas acerca de las presiones hacia la prensa salvadoreña está disponible en redes sociales.