Se trata del periodista alemán Stefan Borghardt, de 28 años, quien denunció haber sido detenido y torturado por la Policía de Neuquén el pasado lunes 7 de enero, tras haber registrado el basurero de la empresa Treater Neuquén SA. Allí se depositan los restos que deja la actividad petrolera de Vaca Muerta. El reportero también denunció que le quitaron los equipos que utilizó para documentar la actividad y que luego lo trasladaron a la comisaría, según informó la prensa local.
Según el testimonio del reportero gráfico, varias de sus fotografías fueron borradas por los policías y sólo pudo conservar cuatro, las cuales dan cuenta de la situación en el basurero petrolero ubicado a menos de 5 kilómetros de la localidad neuquina de Añelo. El documental intentaba registrar la actividad en el lugar tras una demanda penal iniciada por la organización ambiental Greenpeace y la Confederación Mapuche por no cumplir los estándares mínimos ambientales.
El periodista presentó el 10 de enero la denuncia penal por este hecho y relató ante la Justicia que en la comisaría de la localidad de Añelo, a la que fue trasladado, que fue sometido a torturas y apremios ilegales. La Asociación de Reporteros Gráficos y el Sindicato de Prensa de Neuquén convocaron a un "camarazo" de repudio frente a la gobernación ese mismo día.
La FIP se solidariza con el reportero gráfico y repudia el accionar represivo de la policía neuquina. Asimismo la FIP insta a las autoridades a iniciar una investigación seria que condene a lxs responsables de estos hechos violatorios de la libertad de expresión.