La crisis del COVID19 es sanitaria, económica, social y laboral. El papel de los sindicatos, como ha sido a lo largo de la historia, vuelve a ser clave para defender los empleos, apuntalar el futuro del trabajo y aportar a la salud de sus afiliadxs.
En varios países, organizaciones sindicales han donado instalaciones, insumos o puesto a sus profesionales al servicio de la población.
Para el que vive de su salario, no hay diferencia entre salud y economía: hay economía porque hay salud.
Por eso, para que esta crisis no se lleve años de esfuerzo millones de trabajadorxs, es vital que se defienda el empleo: excluir a trabajadorxs es exponer la salud pública.
Para los periodistas, esto incluye seguridad, libertad de expresión y libertad de negociación.
Una enfermedad masiva no se resolverá echando personal y recortando derechos, se resolverá con más trabajo, más información, más salud.
Encuentre nuestro pronunciamiento, adjunto a esta nota.