Tal como denunciara en sus redes sociales el propio Ayala, en la noche del martes 20 de abril dos sujetos armados se acercaron en moto hacia el lugar donde él se encontraba y, tras llamarlo por su nombre, abrieron fuego. El fotógrafo y comunicador pudo escapar del ataque, recibiendo heridas de arma de fuego que afortunadamente no pusieron en riesgo su vida.
Desde la Federación Internacional de Periodistas exhortamos a las autoridades colombianas a poner en marcha una investigación que arroje luz sobre los autores intelectuales y materiales del ataque, tratando la posibilidad de que el intento de asesinato esté vinculado con la tarea comunicativa que Ayala desarrolla.