La periodista Lydia Cacho se ha encargado durante su larga trayectoria profesional de investigar y denunciar casos de pedofilia y redes de explotación sexual que involucran a personas pertenecientes a altas esferas del poder económico y político mexicano. En el año 2005, Cacho había sido víctima de torturas psicológicas, abuso sexual y otras formas de violencia basadas en género al ser detenida por orden del aquel entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, en represalia por publicar una investigación sobre una red de explotación sexual infantil que implicaba a personas de su entorno.
Pocos meses después de su detención, considerada con posterioridad arbitraria por el Estado Mexicano, se filtraron a la prensa conversaciones que dieron cuenta de la complicidad en la detención y del intento de silenciar las investigaciones de Cacho por parte del gobernador poblano. Por estos hechos, el Estado Mexicano ofreció disculpas públicas a la periodista en el año 2019.
En declaraciones públicas, Lydia Cacho se ha encargado de denunciar que el ataque sufrido en su hogar es una forma de represalia en contra de su trabajo por exponer la violencia contra niños, niñas y mujeres, los femicidios, fosas clandestinas y los vínculos del crimen organizado con la narco-política.
Entre los objetos robados, se encuentran grabadoras de audio, tarjetas de memoria, discos duros, cámaras fotográficas y una computadora que contenían información relacionada con trabajos de investigación periodística orientados a denunciar casos de tráfico de personas, pedofilia y otras violaciones a los derechos humanos.
Frente a este gravísimo hecho de agresión e intimidación, desde la Federación Internacional de Periodistas (FIP) nos unimos a las organizaciones defensoras de derechos humanos que a nivel mundial han exigido protección, justicia y reparación para la periodista y activista Lydia Cacho.
Las violencias sufridas por la periodista a lo largo de su carrera dan cuenta del escenario de peligro, impunidad y desprotección en el cual lxs trabajadorxs de prensa mexicanxs se ven obligadxs a ejercer su profesión. Junto a Cacho, exigimos que todas las personas implicadas en el ataque y en los casos investigados por la periodista sean detenidas y juzgadas por las autoridades competentes.